Bebe agua donde la bebe tu caballo. Un caballo nunca tomaría agua mala.
Tiende tu cama donde el gato duerme plácidamente.
Come la fruta que ha sido tocada por una lombriz.
Sin miedo recoge los hongos sobre los que se posan los insectos.
Planta un árbol donde el topo escarba.
Construye tu casa donde las víboras toman el sol.
Cava un pozo donde los pájaros se esconden del calor.
Ve a dormir y levántate al mismo tiempo que las aves,
cosecharás los granos de oro de la vida.
Come más verde, tendrás piernas más fuertes y un corazón resistente, como el alma de los bosques.
Mira al cielo más seguido y habla menos, para que el silencio pueda entrar en tu corazón,
y tu espíritu esté en calma y tu vida se llene de paz.
San Serafín de Sarov
(1754 - 1833)